Banduru, de 54 años, pasó la mayor parte de su vida como devota hindú, siguiendo los pasos de sus antepasados. A pesar de ser pobre y analfabeta, trabajó sin descanso para sacar adelante a su hijo y a su hija en una remota aldea del este de la India. Como muchos otros en su aldea, Banduru creía que el bien les llegaría gracias a sus ofrendas de cabras, pollos, patos o palomas al sacerdote local.
Sin embargo, todo cambió cuando se encontró con un grupo de cristianos que le presentaron el Evangelio. Al principio se resistió a las enseñanzas de Jesucristo, pero cuando la salud de Banduru empezó a deteriorarse, necesitó ayuda. Se unió a un programa de estudio de la Biblia del Proyecto Philip con la esperanza de encontrar respuestas y consuelo.
Banduru se puso en contacto con una comunidad de creyentes que rezaron por ella y le leyeron fragmentos de la Biblia. Un versículo en particular le llamó la atención: Juan 15:16. "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y deis fruto...". Este pasaje le llegó al corazón y le dio fuerzas para continuar su camino de fe.
"Leí el versículo repetidamente, reconociendo que Dios me había elegido", expresó. A medida que estudiaba el versículo, su salud mejoraba. Adquirió una dedicación inquebrantable al estudio de la Palabra de Dios. Nunca faltó a clase. "A través de mis lecturas, me encontré con la historia de Zaqueo. Era un recaudador de impuestos despreciado por la gente, pero amado por Dios, que perdonó sus pecados. Me hizo darme cuenta de que Dios es verdaderamente misericordioso, y creo que también me amó a mí".
Su vida dio un nuevo giro cuando empezó a percibir la vida desde la perspectiva de Dios. Declara con valentía: "Mi visión y mi oración es establecer iglesias". Reconocer y aceptar la llamada de Dios le dio un sentido de propósito en la vida. La formación que recibió de la Liga Bíblica la equipó para compartir la Buena Nueva con los no creyentes.
Hoy, la vida de Banduru se ha transformado gracias a su nueva fe en Jesucristo. Ha encontrado esperanza, paz y un propósito en su vida, y está agradecida por el amor y el apoyo de sus compañeros creyentes. Su historia nos recuerda el poder de la fe para transformar incluso las circunstancias más difíciles, y cómo el amor de Cristo puede cambiar vidas de verdad.
Está agradecida a la Liga Bíblica por la formación que le ha proporcionado. "La Liga Bíblica es única en su enseñanza de cómo hacer discípulos y hacer crecer tu fe. Sus métodos de enseñanza son eficaces y prácticos".
A pesar de la creciente persecución de los cristianos en la India, Banduru siente pasión por difundir el Evangelio en su comunidad y más allá.